viernes, 29 de julio de 2011

El átomo

Rayos cósmicos de ultra-alta energía

El proyecto Pierre Auger: un proyecto científico internacional del que participan 17 países, para descubrir el origen de los rayos cósmicos de ultra-alta energía.
Malargüe - Mendoza - Argentina

La radiación gamma o rayos gamma (γ) es un tipo de radiación electromagnética, y por tanto formada por fotones, producida generalmente por elementos radiactivos o procesos subatómicos como la aniquilación de un par positrón-electrón. Este tipo de radiación de tal magnitud también es producida en fenómenos astrofísicos de gran violencia.

Debido a las altas energías que poseen, los rayos gamma constituyen un tipo de radiación ionizante capaz de penetrar en la materia más profundamente que la radiación alfa o beta. Dada su alta energía pueden causar grave daño al núcleo de las células.

La energía de esta naturaleza se mide en megaelectronvoltios (MeV). Un MeV corresponde a fotones gamma de longitudes de onda inferiores a 10 − 11 m o frecuencias superiores a 1019 Hz.

Los rayos gamma se producen en la desexcitación de un nucleón de un nivel o estado excitado a otro de menor energía y en la desintegración de isótopos radiactivos. Los rayos gamma se diferencian de los rayos X en su origen, debido a que estos últimos se producen a nivel extranuclear, por fenómenos de frenado electrónico. Generalmente asociada con la energía nuclear y los reactores nucleares, la radiactividad se encuentra en nuestro entorno natural, desde los rayos cósmicos, que nos bombardean desde el cosmos, hasta algunos isótopos radiactivos que forman parte de nuestro entorno natural.

En general, los rayos gamma producidos en el espacio no llegan a la superficie de la Tierra, pues son absorbidos en la alta atmósfera. Para observar el universo en estas frecuencias, es necesario utilizar globos de gran altitud u observatorios espaciales. En ambos casos se utiliza el efecto Compton para detectar los rayos gamma. Estos rayos gamma se producen en fenómenos astrofísicos de alta energía como explosiones de supernovas o núcleos de galaxias activas. En astrofísica se denominan GRB (Gamma Ray Bursts) a fuentes de rayos gamma que duran unos segundos o unas pocas horas siendo sucedidos por un brillo decreciente de la fuente en rayos X durante algunos días.

Ocurren en posiciones aleatorias del cielo y su origen permanece todavía bajo discusión científica. En todo caso parecen constituir los fenómenos más energéticos del Universo.

La excepción son los rayos gamma de energía por encima de unos miles de MeV (o sea, gigaelectronvoltios o GeV), que, al incidir en la atmósfera, producen miles de partículas (cascada atmosférica extensa) que, como viajan a velocidades cercanas a las de la luz en el aire, generan radiación de Cherenkov. Esta radiación es detectada en la superficie de la Tierra mediante un tipo de telescopio llamado telescopio Cherenkov.

Concepto del motor a implosión

El Motor de Implosión se basa en la espiral logarítmica.

Este rectángulo áureo se construye usando la sección áurea, recta que definió Euclides y que casualmente se encuentra en las medidas de la pirámide de Gizeh.

El fluido que usa el motor a implosión nazi al parecer es agua mezclada con aire comprimido por un motor eléctrico de 20.000 rpm de la Luftwaffe. Se basa en un cambio de velocidad del líquido que es producido por los giros cada vez más pequeños de la espiral, comprimiendo cada vez más el agua al concentrarse la espiral.
Luego al llegar al punto de máxima compresión debido a las fuerzas centrifugas en los giros, comenzaba otra espiral, también logarítmica, que iba en sentido contrario de la primera pero ahora abriéndose, descomprimiendo el líquido a cada vuelta y llegando de nuevo a la bomba accionada por el motor eléctrico.
Este comprimir y descomprimir del fluido es una técnica que llamaron "Vórtice Dinámico".
Los tubos por donde circula el agua tienen una peculiaridad: dentro de ellos mismos se producea una espiral que se comprime y luego otra que se descomprime. Esto se logra a través de un diseño algo peculiar de los tubos donde circula el fluido (que puede ser agua con algún solido diluido, quizás, algún metal o aislante) que circula en forma espiral. Lógicamente es logaritmica de nuevo, pues, es la que se forma naturalmente al desalojar un líquido cualquiera.

La presión del agua sobre los tubos debido a la fuerzas centrífugas se anula por la resistencia del tubo a esta fuerza resultando Fuerza=0, como dirían en física clásica, pero ¿es posible que ese "movimiento espacial" del agua produzca ondas de presión fuera de la tubería?

Ahora necesitamos un fuerte campo electromagnético. Para producirlo hay como un bobinado eléctrico alrededor del motor de implosión.

jueves, 28 de julio de 2011

El motor a implosión de Víktor Schauberger

El Motor de Implosión de Viktor Schauberger era un motor de rotación y propulsión con generadores autónomos sin alimentación por combustión, desafiando la fuerza de la gravedad; lo contrario al motor de explosión.
Fue desarrollado en la época de la Segunda Guerra Mundial por los alemanes.

Llevaba un circuito cerrado con mezcla de agua y aire, movido por un motor eléctrico proporcionado por la Aviación Alemana que alcanzaba 20.000 revoluciones por minuto. Cuando se puso en marcha el modelo A, sin autorización de Schauberger, se rompieron los anclajes, lo que hizo que se estrellara contra el techo del hangar, destrozándose.

Basándose en la resistencia de los tornillos, Schauberger estimó que la fuerza de ascensión equivalía a 228 toneladas.

El régimen Nazi estaba muy interesado en los descubrimientos de Schauberger, que además era amigo de Werner von Braun.
Este Motor de Implosión hacía disminuir la temperatura del medio, al contrario de lo que dictan las leyes de la termodinámica.

Desde entonces ha transcurrido más de medio siglo, y todavía son muchos los misterios que aún rodean a la capacidad tecnológica del III Reich.

Viktor Schauberger era un defensor de la "implosión en lugar de la explosión". Rechazaba el motor de explosión, porque según él contradecía las leyes naturales, dado que la explosión destruye.
En base a esta tecnología se iniciaron proyectos de los enigmáticos "Platillos Voladores" del régimen Nacional Socialista: los Haunebu y Vril.

Motor a implosión

FUNCIONAMIENTO DEL MOTOR A IMPLOSIÓN

Un motor a implosión parte de un motor eléctrico (con todos sus componentes, como el transistor, ect.), que se activa con una pequeña batería. Después, su funcionamiento es posible debido a las energías de imantación (sacadas de la naturaleza y procesadas por el núcleo) que fluyen por el núcleo y el vórtice.

La pequeña batería (que es la que activa el motor), se carga con la energía ya dicha; los trenes de aterrizaje son movidos por el motor, a través de otros rotores.

En resumen: este motor se basa en la energía de los imanes de la aeronave que interactúan con los de la tierra (madre naturaleza) para evadir la gravedad.

Este no gasta nada, ni combustibles fósiles, ni electricidad. Tampoco emite sonidos molestos, tan solo un pequeño zumbido que se debe al rotor de los imanes (que siempre se allá en funcionamiento), y unos pequeños residuos sonoros del motor cuando hace girar la esfera de plomo y permite mover la aeronave en la dirección que deseemos; pero es apenas imperceptible.

Las partículas subatómicas: ladrillos del Universo

Todo lo que hay son partículas subatómicas y cuatro fuerzas.

Toda la materia se conforma de átomos, y los átomos, de núcleos y electrones que giran alrededor.

Los núcleos están hechos de protones y neutrones.

Los protones y neutrones están hechos de quarks.
Hay quarks arriba y quarks abajo. Por lo tanto todos los átomos están hechos de quarks arriba, quarks abajo y electrones.

Los ingredientes o ladrillos básicos de la materia son seis clases de quarks, y seis clases de leptones, en las que se incluyen los electrones.
Estos 12 ingredientes cósmicos (6 quarks y 6 leptones) se relacionan mediante 4 fuerzas fundamentales:
- la fuerza fuerte, responsable de mantener unidos a los quarks para formar protones, neutrones y núcleos atómicos;
- la fuerza electromagnética, que une a los núcleos con electrones para formar átomos;
- la fuerza débil, involucrada con algunos procesos de radiactividad,

- y la fuerza de gravedad, responsable de las grandes aglomeraciones de materia que explican la estructura del Universo a partir de las escalas planetarias.

Las tres primeras fuerzas (Fuerte, Electromagnética y Débil) se originan microscópicamente del intercambio de partículas que actúan como mensajeras de la fuerza en cuestión, y que se conocen como gluones, fotones y bosones W y Z.

Las propiedades y el comportamiento de estos objetos se resumen en el llamado Modelo Estándar de la Física de Partículas, que incluye a la teoría conocida como Cromodinámica Cuántica (QCD, por sus siglas en inglés), que describe a la Fuerza Fuerte con un conjunto de leyes que combinan a las Fuerzas Electromagnética y Débil.

Aunque el Modelo Estándar ha tenido un gran éxito en el plano experimental, deja interrogantes abiertos, especialmente la descripción a nivel microscópico de la cuarta fuerza, la de Gravedad, así como la identificación de la materia y la energía oscuras que, estiman los especialistas, juntas representan el 95% del contenido energético del Universo.

La Universidad de Princeton reune el grupo de estudio más grande del mundo en asuntos de frontera de la Física Teórica mundial.